Cuál es el serum adecuado para tu tipo de piel
¿Qué son los sérums para la piel?
Un sérum es un producto concentrado para el cuidado de la piel que suele aplicarse después del tónico. Es diferente de una crema hidratante, ya que un sérum se aplica antes de la crema hidratante para potenciar la eficacia de esta última al penetrar más profundamente en la piel, lo que hace que sus beneficios sean más efectivos. Los sérums suelen ser ligeros, no grasos y de rápida absorción, por lo que son adecuados para todo tipo de pieles. Son conocidos por su gran potencia y su capacidad para tratar problemas específicos de la piel, como las líneas de expresión, las arrugas, la falta de brillo, la flacidez y la pigmentación. Los sérums de base biotecnológica también pueden utilizarse para potenciar la capacidad natural de la piel de protegerse de los dañinos rayos UV. Los sérums son una de las formas más concentradas de productos para el cuidado de la piel, por lo que un poco rinde mucho. Unas pocas gotas son suficientes para el rostro y el cuello.
¿En qué se diferencian los sérums de otros tipos de productos para el cuidado de la piel?
Los sérums son líquidos o geles ligeros concentrados que se aplican sobre la piel inmediatamente después de limpiarla (y exfoliarla). Normalmente contienen ingredientes muy potentes en concentraciones más altas que una crema o loción. Las cremas, lociones y geles están pensados para hidratar y nutrir la piel, mientras que los sueros se dirigen a problemas cutáneos más específicos, ya que pueden penetrar a mayor profundidad y pueden ayudar a resolver o disminuir problemas como la pigmentación, las arrugas o el fotoenvejecimiento prematuro. Las cremas son mezclas espesas y emolientes destinadas a hidratar y proteger la capa más superficial de la piel y las lociones son mezclas acuosas que suelen utilizarse para la rutina de limpieza del rostro y otras partes del cuerpo.
¿Por qué debes adaptar tu rutina de cuidado a tu tipo de piel?
Las personas con distintos tipos de piel suelen necesitar productos de cuidado de la piel diferentes porque las necesidades no son las mismas. Por ello es importante no saltar de un producto a otro sólo porque un anuncio diga que es el mejor para tu tipo de piel. Por el contrario, es fundamental definir tu tipo de piel y observarla durante un periodo de tiempo y determinar qué producto de cuidado de la piel sería más eficaz para ella. Si tienes una piel excesivamente grasa, un producto a base de crema puede resultar demasiado pesado y dar a tu piel un aspecto brillante. Por otro lado, utilizar un gel o una loción con ingredientes incorrectos para pieles grasas o con tendencia al acné pueden resecar la piel y provocar otros problemas, como descamación o picores.